Scalextric me recuerda a mi niñez, y a esos días enteros montando circuitos y jugando con mi hermano mayor, cuando casi siempre perdía. Por eso sentí una gran emoción al recibir el encargo para diseñar la adaptación digital de estos juguetes. Aunque el proyecto dió muchas vueltas, debido a la gran cantidad de condicionantes técnicos que había, la escencia del proyecto era diseñar una aplicación para dispositivos móviles y tablet, en la que los usuarios pudieran gestionar y customizar los jugadores, la carrera y también ver en tiempo real las posiciones y el resultado final de la carrera.
Empecé trabajando unos wireframes, para asentar la idea con el cliente. Se decidió realizar una primera fase más sencilla, ya que dependía del desarrollo del hardware.
Diseñé diferentes versiones, para ver cuál era el estilo que quería el cliente. Después de probar varios estilos, eligieron uno más minimalista, alineado con su marca actual.
Primero hay que encender la Pista Connect y el Bluethoot del dispositivo móvil.
Después se coloca un coche en la pista.
Por último, se enlaza el mando y se customiza el jugador.
Como usuaria en mi niñez, no me costó ponerme en la piel del usuario, pero con todas las diferencias actuales: cómo funciona ahora el juguete y cómo interactúan sus usuarios habituales, un target no tan jóven como me pensaba.
Había que diferenciarse de la competencia, que tiene en general un diseño muy oscuro, y crear un diseño mucho más minimalista y limpio. Utilizamos iconografía bastante genérica ya que el cliente no tenía diseños específicos.
También participé en el diseño de las interacciones, desde los cambios entre pantallas hasta el comportamiento general de todas las acciones que realiza el usuario.
Video oficial de la campaña realizado por la agencia digital Jirada