Marzo 2017
Bajo la ciudad hay un museo en movimiento: las estaciones del metro son mundos de color, geometría y diseño. Luego, un corto trayecto en ferry lleva hasta las islas más tranquilas del archipiélago, un contraste perfecto con el bullicio invernal del centro.
Estocolmo brilla en el frío inicio de la primavera: el puerto cubierto de hielo refleja las casas de colores pastel, mientras los puentes conectan cada isla como hilos de luz. En la calma de la mañana, cada foto parecía una pintura.